martes, 13 de julio de 2010

Crónica de los Puertos

Continuando con la preparación para la Perico 2010 el fin de semana nos fuimos a la Sierra de Cádiz. Para nosotros estos puertos ya tienen pocos secretos, pero sin duda alguna no nos dejan de sorprender. Sin saber la que se nos venía encima quedamos a las 6'45 a.m. en mi casa para salir camino del Bosque. Allí Selu y Toro, componentes del Club Decartón (Por lo de la Rotonda, je, je...) de Jerez, nos esperaban para la anunciada revancha en las Palomas. Llegada a El Bosque, todo cerrado, pocas alternativas para tomarse si quiera un cafelito. A pesar de estar en el mes de Julio, hacía frío. Finalmente encontramos un sitio donde tomarnos un cafelito calentito en nuestro amigo el norteafricano, sitio además recordado por las pastillas de ibuprofeno (dopping) y las caras postvuelta (¿Verdad Miguel?). Con ganas de ver los San Fermines nos fuimos al lugar de encuentro para preparar las máquinas. Allí estaban Selu y Toro. Tras los saludos iniciales y el interés por los heridos del Club (Pepín, Alberto, etc...). Comenzamos la subida al Puerto del Boyar. Ritmo tranquilo, de calentamiento, para Toro su primera vez, había que portarse bien. Por el camino nos encontramos al primer personaje de la jornada. Un duatleta, personaje que solo practicaba bicicleta y atletismo, un ironman de la Rivera del Guadalquivir. El tipo hacía sospechar sobre la veracidad de sus comentarios, le dimos el beneficio de la duda por darle algo, eso sí, además de un pasón en plena subida porque no era plan de seguir escuchando pampli... Era mu temprano. Paramos para admirar el paisaje en lo alto del Boyar, Toro se quedó sin su foto, vaticinio de lo que se nos venía encima (eso le hubiera gustado). En la bajada y posterior subida por las Palomitas volvimos a cruzarnos con el Ironman del Guadalquivir, ritmo demoledor, destrozando las bielas de su Scott. De nuevo pasón hasta la cima de las Palomas por las duras Palomitas, rampas de más de 10% Bajamos por las Palomas hasta Zahara, en la bajada se nota la crisis, buen asfalto hasta mitad de cuesta donde se acabó el dinero para asfaltonuevo y comienza lo rugoso, baches, boquetes, peligro en la bajada. En Zahara se volvió a recorrer la cláisca del pavé serrano, 100 m de pavé hasta el acuarius de lata. Cuando nos disponíamos a seguir, en este caso cuesta arriba por las Palomas, llegaba nuestro amigo el duatleta, imágen del coraje y la superación, su ídolo es Armstrong, del que se ha leído la biografía. Tras los comentarios pertinentes comenzaba la madre de todas las Batallas, El Club Triatlon Jerez vs el CC La Glorieta, en la subida a las Palomas. Pronto comenzamos a poner ritmo, el calor acompañado de las vuvuzelas que todavía dan más calor, las cigarras, comenzaron a aparecer. La sombrita en las Palomas es un concepto que no existe salvo en algunos trozos ya arriba. Hasta la fuente de la Garganta Verde apretamos pero no como otras veces, había que reservar para la parte más dura, una vez pasado el mirador. A partir de ahí vienen 2-3 Km realmente duros y contínuos. Miguel y yo fuimo dando tirones, después de los cuáles había que bajar ritmo para recuperar el aliento y no caer en el intento. Entre arreón y otro nos encajamos arriba. Poco después llegarían Selu y un poco después Toro, el tío con su plato de 39 mientras los demás (mariquitas todos, llevamos un compac, pero a mucha honra). Tras comentar lo duro que fue la cosa ya quedaba el final, el Boyarín y el recién bautizado Benamahomín. En medio, en lo alto del Boyar, el segundo personaje. D. Antonio (...), un "espontáneo" que Miguel con muy buen ojo clínico fichó para una y digo UNA foto. Cual fue nuestra sorpresa cuando cuando Antonio se desmelenó (...) y se la sacó (su cámara) y se lío a fotos límpias con los cuatro ciclistas. Fotos de grupo, de "twenti", individuales, con gafas, sin gafas, incluso la belleza de Miguel acabó con la batería de la cámara pero no importaba, D. Antonio llevaba otra. No nos acordamos a la postre nada de Pepín, a él le hubiera gustado la aventura, pero sobre todo le hubiera gustado al exquisito fotógrafo del que todavia estamos recibiendo fotos en el mail. Para muestra de la gran profesionalidad de este nuevo amigo de la gruppetta os dejo unos ejemplos de las instantáneas, algunas las mantendremos en el más oscuro secreto hasta el final de nuestros días o hasta que alguién haga algo que merezca chantaje. Desde luego Toro no se quedó sin foto, se ha jartao y bien. Llegamos al Bosque y comenzó el proceso de recuperación donde nuestro amigo el norteafricano, allí descubrimos la Cruzcampo Gran Reserva (Hoy me he agenciado unos botellines para disfrutarlos en casa, estaba muy buena), a los chicharrones ya los conocíamos.
 "En proceso de recuperación"
"El guapo que fundió las pilas de la cámara de Antonio"
"El barbas", mejor sin gafas.

1 comentario:

  1. Hola, soy Miguel(....), para mi tocayo Migueluchi, ¿no podríais darme su teléfono?.... es que tengo más baterías que gastar....

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