Me froto las manos, aprovechando las vacaciones voy a poder salir por las mañanas y hacer más kilómetros, je, je... Pero es que quien ríe el último, ya se sabe...
Esta mañana, tras mirar las previsiones meteorológicas, no sé para qué, me decido. 8 a.m. está Raúl "alone de pollo" camino de Medina Sidona. Las previsiones eran alagüeñas, el cielo no tanto. Aunténticos nubarrones amenazaban por poniente, de color "me parece a mí que va a llover". Bah...Las previsiones fallan poco, han dado un 20% de probabilidad de lluvia. Esto en Wheather claro, porque las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología si que fallan. Mi teoría acerca de la imprecisión de este organismo, que algún día desarrollaré, se basa en que son funcionarios y claro ya se sabe, desde el Jueve a las 14 horas ya no se actualizan hasta por lo menos el martes, je, je (sorry)...
Con todas estas tribulaciones me encajo en Medina y claro, no podía ser menos y dejar de subir la cuesta del carbón, no? Pues allá voy pa'rriba. Al coronar ni paradinha ni ná, camino de vuelta que no veas como se echan encima los nubarrones.
Para que no faltase de nada hago la típica parada a desayunar en la Venta Andrés
(voy a cobrarles publicidad), y entonces es cuando se consuma la venganza de todos aquellos que te ven montando en bici en un día laborable y por la mañana (me incluyo yo mismo cuando trabajo y veo alguno por la cuneta tempranito, qué envidia). Agua vvvaaaaaaaaa. Y de nuevo mojado por la vía de servicio de la Jerez los Barrios, lo que ocurre es que he descubierto una faceta, y es que cuanto más crece la adversidad, más arriba me vengo y mejor ruedo. Con este rollo de las lluvias, estamos haciendo cuerpo para alguna carrerita por el norte, una Bilbao-Bilbao o una Quebrantahuesos (otra vez poniendo tensos a la gente).
Y lo peor de la vuelta de hoy no ha sido ni el frío ni la lluvia, sino tener que limpiar a la flaca que no veas como ha quedado. Para muestra un botón.
Nos vemos a la vuelta de las minivacaciones...
Esta mañana, tras mirar las previsiones meteorológicas, no sé para qué, me decido. 8 a.m. está Raúl "alone de pollo" camino de Medina Sidona. Las previsiones eran alagüeñas, el cielo no tanto. Aunténticos nubarrones amenazaban por poniente, de color "me parece a mí que va a llover". Bah...Las previsiones fallan poco, han dado un 20% de probabilidad de lluvia. Esto en Wheather claro, porque las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología si que fallan. Mi teoría acerca de la imprecisión de este organismo, que algún día desarrollaré, se basa en que son funcionarios y claro ya se sabe, desde el Jueve a las 14 horas ya no se actualizan hasta por lo menos el martes, je, je (sorry)...
Con todas estas tribulaciones me encajo en Medina y claro, no podía ser menos y dejar de subir la cuesta del carbón, no? Pues allá voy pa'rriba. Al coronar ni paradinha ni ná, camino de vuelta que no veas como se echan encima los nubarrones.
Para que no faltase de nada hago la típica parada a desayunar en la Venta Andrés
(voy a cobrarles publicidad), y entonces es cuando se consuma la venganza de todos aquellos que te ven montando en bici en un día laborable y por la mañana (me incluyo yo mismo cuando trabajo y veo alguno por la cuneta tempranito, qué envidia). Agua vvvaaaaaaaaa. Y de nuevo mojado por la vía de servicio de la Jerez los Barrios, lo que ocurre es que he descubierto una faceta, y es que cuanto más crece la adversidad, más arriba me vengo y mejor ruedo. Con este rollo de las lluvias, estamos haciendo cuerpo para alguna carrerita por el norte, una Bilbao-Bilbao o una Quebrantahuesos (otra vez poniendo tensos a la gente).Y lo peor de la vuelta de hoy no ha sido ni el frío ni la lluvia, sino tener que limpiar a la flaca que no veas como ha quedado. Para muestra un botón.
Nos vemos a la vuelta de las minivacaciones...
No hay comentarios:
Publicar un comentario